La huella indeleble de los sueños compartidos
Anoche concluyó este II Festival de Ecopoesía y tenemos esa sensación inmediata que te dejan los sueños. Esa mezcla de cansancio placentero, de arrumaco de memorias y de sonrisas suspendidas que se mantienen en el ambiente. Cuando miramos al equipo y a las muchas artistas que hacen esto posible, nos emocionamos y nos gustaría escribir como si cada una de las letras pulsadas en el teclado fuera un inmenso “gracias”. Todas y cada unas de las personas que vienen se marchan con un “volveré” y esa, p ara nosotras, es el mejor manifiesto poético: el generar lazos de verdad, complicidades que sostienen vidas porque cuestionan la precariedad sobre la que se sostienen, sin temor a reconocer que ese en ese “tejernos” que podremos entonar futuros que merezca la pena vivir. Nos hemos vuelto a sentir acogidas por esta tierra que te deja sin aliento cuando alcanzas a alzar la mirada de lo que te ocupa para sentir. Sentir en común. Difícil la tarea de resumir en unas líneas tanto co...